Es uno de los personajes de las viñetas más famoso del mundo: Mafalda, una niña de 6 años, rebelde y soñadora que odiaba la sopa y cuya figura ha trascendido a la de su propio creador, Quino, y sigue, hoy en día, más vigente que nunca.
Mafalda, la chica de pelo negro que odia la sopa y está en contradicción con los adultos creada por el argentino Quino (cuyo nombre real era Joaquín Salvador Lavado Tejón), se publicó por primera vez en 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires (Argentina).
En 1965, con el paso de las tiras cómicas al periódico El Mundo (en el que Quino publicaría seis tiras por semana), se inició el éxito del personaje, que cruzó las fronteras nacionales para conquistar América del Sur y luego se extendió a Europa, ganando una posición de liderazgo en el imaginario colectivo.
El primer libro publicado de Mafalda reunía las primeras tiras en orden de publicación, tal como se haría en los siguientes. Se publicó en Argentina para Navidad y en dos días se agotó su tirada de 5.000 ejemplares.
En la serie Mafalda, Quino refleja el mundo de los adultos visto desde los ojos de un grupo de niños. La protagonista es una niña preguntona, inteligente, irónica, inconformista, preocupada por la paz y los derechos humanos, que odia la sopa y ama a los Beatles. Según explicaba su propio “padre”, Mafalda era “una niña que intenta resolver el dilema de quiénes son los buenos y quiénes los malos en este mundo”.
Una heroína iracunda
Las historias de este personaje contestatario llegaron a Europa en 1969 de la mano de otro genio, Umberto Eco, que la definió como una “heroína iracunda”. Desde entonces, se han traducido a más de 30 idiomas y se han publicado en diarios y revistas de todo el mundo.
El mundo en el que vio la luz Mafalda era muy diferente del actual. Para hacernos una idea de lo distinto que era basta decir que en España, cuando apareció el primer libro de tiras, la cubierta llevaba una banda lateral que decía: "Solo para lectores adultos". Esa primera edición se agotó en muy poco tiempo y enseguida las tiras se convirtieron en un bestseller que inundó todos los hogares españoles.
Quino dejó de dibujar a su personaje más universal en 1973. Según sus propias palabras, lo hizo porque “se le agotaron las ideas”. A pesar de las reiteradas peticiones de sus fans, nunca lo recuperó y solo dibujó de nuevo a Mafalda para campañas de organizaciones como Unicef o el Gobierno argentino. Así lo hizo tras el fallido golpe de Estado de 1987 contra el presidente Raúl Alfonsín, cuando Mafalda reapareció diciendo: “¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!”.
Eso sí, lejos de dejar de dibujar, Quino se entregó a un humor más ácido y negro, destinado en mayor medida a un público adulto y que ha ido recopilando en su colección de libros de humor.
En el año 2014, Quino fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Según afirmó el jurado del galardón, su personaje más universal es una niña “inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible”, que percibe “la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles”.
En su acta, el jurado también reflejaba a la perfección el legado de Mafalda: “Sueña con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos. Al cumplirse el 50 aniversario del nacimiento de Mafalda, los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento”.
Comentarios (0)
Deja un comentario