Es el escritor español a quien muchos padres deben la devoción por la lectura de sus hijos. Su saga de ‘Los Futbolísimos’, de la que acaba de publicar el volumen número 20, y que está traducida a 15 idiomas, demuestra que Roberto Santiago consigue conectar con los niños a través de sus historias. Desde aquí, os invitamos a enseñar a vuestros hijos estas aventuras repletas de valores, como la igualdad o la empatía.
Guionista, escritor de literatura infantil y juvenil, director de cine… ¿Qué es Roberto Santiago?
Me gusta pensar que soy un contador de historias. Escribo formatos muy diferentes que siempre tienen un nexo común: temas que me apasionan. Soy muy afortunado de poder dedicarme a lo que más me gusta en el mundo. Tanto la literatura, el cine, la televisión o el teatro me parecen vehículos maravillosos para intentar comprender un poco mejor el mundo en el que vivimos a través de la ficción.
¿Qué sientes al ser uno de los principales responsables de que nuestros hijos lean y comiencen a enamorarse de la lectura?
Primero, siento muchísima ilusión. Cada vez que un padre o madre, o un docente, me dicen: “este niño no leía nada, y sin embargo ahora gracias a tus libros pide más y más lecturas…”, me emociono, os lo prometo. Y, por supuesto, también siento una enorme responsabilidad. Cuando escribes literatura infantil y juvenil, además de entretener, tienes que transmitir valores positivos que ayuden a los lectores a hacerse preguntas interesantes, a crecer como personas.
En 2013 publicaste el primer volumen de Los Futbolísimos. ¿Alguna vez imaginaste que llegarías a publicar tantos volúmenes y a llenar las librerías personales con las aventuras de Pakete, Camuñas, Anita y Toni?
Nunca me lo pude imaginar. Ahora acaba de publicarse la novela número 20 de la colección, El misterio de la máscara de oro, y me parece un auténtico sueño. Además, película, musical, traducidos a más de quince idiomas… Siempre aspiras a llegar a muchos lectores con tus libros, pero esto desde luego está siendo un terremoto que nunca me pude imaginar. He tenido la suerte de conectar con niños y niñas de muchos sitios diferentes, y eso me hace muy feliz.
¿De dónde viene esa pasión por el fútbol?
De niño me encantaba el fútbol; verlo y, también, jugar. Aunque era muy patoso. Tal vez, por eso, me he desquitado escribiendo tantas historias de fútbol. Pero, ojo, que gané una medalla con mis amigos del colegio San Agustín (se ríe). Yo era un defensa muy rocoso, como Tomeo. El fútbol tiene unos valores maravillosos, como el trabajo en equipo, la deportividad, o aprender a compartir. No me interesa nada ese fútbol de los grandes fichajes millonarios o el exceso de competitividad. Me gusta el fútbol base y creo, además, que tiene un enorme potencial narrativo que aún no ha sido suficientemente explotado.
Hoy en día solo se habla de valores en la lectura. ¿Cuáles aportan las sagas de Los Futbolísimos y Los forasteros del tiempo?
La igualdad de derechos y oportunidades es uno de los valores esenciales en mis colecciones. También lo es la empatía con los que son diferentes, en especial, con los que son más débiles. Además, con Los Forasteros del tiempo se puede aprender historia al tiempo que vives una gran aventura.
¿Eres consciente que tras tantos años de aventuras junto a tus personajes, esos mismos lectores ya se han vuelto adolescentes?
Claro; por suerte, los lectores crecen y pasan a otro tipo de lecturas, es lo normal. Pero, también, llegan nuevas generaciones. Lo veo todo el tiempo en mis encuentros en librerías, bibliotecas o ferias del libro; niños y niñas muy pequeños que comienzan ahora a leer mis colecciones. Y, por supuesto, hay muchos adultos que también leen mis libros. Como dice mi admirado Frabetti, la literatura infantil es aquella que “también” pueden leer los niños.
¿Quedan por contarse muchas historias sobre estas dos sagas?
Siento que tanto Los Futbolísimos como Los Forasteros del tiempo aún tienen muchas historias por vivir. Cuando un buen día me levante y piense que ya no me queda nada por contar sobre estos personajes, lo dejaré. Pero, ahora mismo, todo está en manos de los lectores: mientras a ellos les siga interesando, yo seguiré escribiendo ambas sagas.
En 2017 decidiste escribir para un público más adulto el thriller Ana. ¿Volverás a ese género algún día o fue por alguna especie de espinita clavada?
Ana me ha traído muchas alegrías. Ahora, por ejemplo, se acaba de estrenar la serie de televisión en TVE, protagonizada por Maribel Verdú, que está espléndida. Fíjate qué curioso: he escrito 49 novelas infantiles y solo una para adultos. No ha sido una decisión premeditada, ha ido ocurriendo así. Sin embargo, os puedo adelantar que ya estoy escribiendo mi siguiente novela negra para adultos; espero que en 2022 pueda publicarse.
¿Qué otros proyectos tienes en mente?
Además de seguir con las colecciones que ya conocéis, el 20 de octubre lanzo una nueva serie de libros infantiles, en este caso con la editorial Planeta: Los Once. Es una mezcla de fútbol, amistad… ¡y superhéroes! Imaginad: son niños y niñas de once años con superpoderes. Llevo mucho tiempo trabajando en ello y estoy muy ilusionado. El primer libro se titula El delantero que volaba al atardecer.
Comentarios (0)
Deja un comentario